No sabe lo que dice.
No comprende la sustancia central, de la narrativa de la presidenta Claudia Sheinbaum. Y menos, la política exterior mexicana trazada desde la posrevolución.
Menos va a comprender qué se esconde tras el discurso del presidente Donald Trump.
Lo traiciona el subconsciente de su pasado familiar conservador.
Makyito Peña Ortiz tiene la esperanza de que el presidente Trump, ayude a combatir la inseguridad.
Esa declaración del alcalde de Reynosa, Tamaulipas, lleva en el fondo la petición de que USA intervenga en la política mexicana que sólo corresponde a los mexicanos.
Es muy probable, que ese deseo venga de su mentalidad de ciudadano norteamericano.
¿O serán los consejos de su asesor de cabecera: Héctor Garza González?
¿O las sugerencias de otro norteamericano: José Ramón Gómez Leal?
Es curioso cómo las circunstancias permiten aflorar los verdaderos pensamientos. Es parte de la nueva clase política que vive y atraca en México, pero sueña con tener su domicilio –de hecho, lo tienen– en USA.
Se han hecho millonarios en los cargos públicos; aborrecen la democracia mexicana cuando no los beneficia y sólo viven aquí por la facilidad con que han multiplicado sus fortunas con los negocios al amparo del poder público.
Por eso Makyito y JR, se han hermanado.
Hacen sus tropelías en nuestro país y se refugian en el suyo.
Todo ciudadano nacionalista –mexicano– sabe que la ayuda militar norteamericana termina en la injerencia, esa es la historia de todo país imperialista.
No es remoto, pensar que estos desnacionalizados sujetos –Makyito y JR–, vean como positivo el auxilio militar de los presidentes de USA en suelo mexicano; pero esas prácticas han devenido en abiertas y descaradas intervenciones en los países que ingenuamente creyeron en la bondad y los favores del Tío Sam.
Lo que no saben los sujetos, es que esa conducta los retrata de cuerpo entero, como apátridas y como lo que son: conservadores, que sueñan –como sus antepasados– con un emperador extranjero.
Nuestro expresidente Andrés Manuel López Obrador y la actual presidenta Claudia Sheinbaum, han hecho categóricas declaraciones. La política exterior la trazan los mexicanos; y no está permitida, ninguna expresión de ese tipo que vulnere la autonomía y la independencia del estado mexicano.
Dios nos libre, que esos individuos lleguen más alto en la política y la administración pública. Es el primer paso para perder la soberanía; la ultraderecha existe, y parece ser, tiene muchos simpatizantes en la IV T.
Las declaraciones de Makyito, es para que sea apercibido por el Congreso local y federal. Nadie puede ni pensar en esa barbaridad sin que la Ley les ponga límites.
Estudiaron en Estados Unidos. Pero eso no los faculta para sugerir la ayuda de un gobierno extranjero en el cumplimiento de nuestras tareas. Parafraseando la canción: roban en México, pero piensan en inglés.