“La multitud por sí sola nunca llega a nada si no tiene un líder que la guíe”
Hermann Keyserling
Desde hace tiempo sostengo que a las actuales generaciones les hacen falta líderes como los de antaño.
Hasta poco después de mediados del siglo pasado en México, y en particular en Monterrey, había figuras importantísimas que se convertían en un espejo en cual podías reflejarte para inspirar un motivo de vida… hoy no es así.
Empresarios, políticos, periodistas, maestros, actores, músicos, una enorme pléyade que brillaba con intensidad… hoy resulta una odisea el reunir tres nombres de cada profesión.
Hace años teníamos nuestros propios héroes; ahí estaban Kalimán, Chanoc y “Chucho El Roto» y a nivel local el recordado Porfirio Cadena “El Ojo de Vidrio” o Agapito Treviño “Caballo Blanco”, que eran azote de los malosos y defensores de los débiles.
¿Hoy quién nos defiende de las injusticias?
En un momento de la historia nos extraviamos y olvidamos darle continuidad a la importante tarea de contar con héroes y líderes, con capitanes que nos guiaran y nos mostraran el camino, con ejemplos.
Tal vez por eso estamos como estamos.