“La comunicación política
es la persuasión hecha arte”
Yomero
Hay quienes nacen con un imán integrado que atrae los problemas de manera automática y todo cuanto hacen pareciera una carrera permanente de error tras error, traspiés tras traspiés.
Cualquiera pensaría que mi estimado Juan Ignacio Barragán, el director de Agua y Drenaje, nació con alma de luchador rudo y le encanta que le lancen insultos e improperios y ser el villano eterno de las películas. En la lucha y el cine han existido villanos famosos, pero para serlo hay que tener gracia y la mera verdad, Juan Ignacio no la tiene.
Cuando no ha sido capaz en más de un mes de explicar el fondo y razones del dichoso cobro por “expediente” en los recibos de la paraestatal y ya hasta sacó un documento firmado por el General Bernardo Reyes y otro por don Diego de Montemayor y ni con eso atina a capotear el temporal de críticas que se han dado en su contra, ¿quién diablos lo manda a declarar que ahora les reducirá el abasto a los deudores de la empresa que maneja?
Cuando venimos saliendo de una de las peores crisis de abastecimiento en la historia en la que Agua y Drenaje dejó de prestar servicio a la mayor parte del área metropolitana, aunque eso sí, nunca dejó de cobrar, ¿quién tuvo la brillante idea de montar en el paredón a Barragán para que lo fusilaran?
Me pregunto, ¿quién prepara a los funcionarios públicos para sus comparecencias ante los medios de comunicación? ¿Cómo no anticipar que le preguntarían sobre el destino del agua que extrajeron de El Cuchillo? Responder que no está enterado no es correcto ni válido.
Y no es el único, como él hay varios en el Gobierno que necesitan con urgencia ayuda y asesoría, porque golpe a golpe, verso a verso, se acaban la imagen y deterioran el prestigio, es que se va a ocupar en las próximas elecciones.