Abrir la mente a nuevos hábitos y valores que enriquecen nuestra convivencia en sociedad es la apuesta que hacen apenas un pequeño grupo de internos del CERESO de Mazatlán, quienes se encuentran de gira por los módulos del penal llevando no solo entretenimiento a otros reclusos, sino un gran mensaje de superación y de visión en un mejor futuro.
José Guadalupe Caballero Mejía, discípulo del padre del teatro penitenciario en México, Jorge Correa Fuentes, comparte su experiencia tras los muros del CERESO y afirma que a través del STRAP, el Sistema Teatral de Readaptación y Asistencia Preventiva se logra sensibilizar al individuo por medio de técnicas teatrales acerca de conductas antisociales.
En la actualidad están presentando la obra del gran dramaturgo sinaloense Oscar Liera “Cucara y Macara” en los diferentes módulos del penal gracias a la aceptación que han tenido. El grupo de teatro se denomina “Resilientos” y ya tienen dos años constituidos, por lo que el ICATSIN se encuentra en proceso de certificación ya que la actividad cumple con todos los parámetros para ello.
Caballero Mejía viene de Islas Marías donde aprehendió la técnica teatral de Jorge Correa Fuentes quien es considerado por la UNESCO como patrimonio intangible de la humanidad. En los muros de agua presentaron “El hombre de la mancha” de Miguel de Cervantes Saavedra y a su llegada a Mazatlán emprendió la tarea de contagiar con su entusiasmo el gusto por el arte escénico y descubrió talento en varios internos como Adrian Félix Martínez y Oniel Martinez Lerma entre otros.
“Un palabra que para muchos puede ser normal, por ejemplo, por favor, gracias, o saludar con un buenos días, el honor de la palabra o un sencillo hábito como recoger su plato de la mesa, colocar la basura en el lugar correcto, son detalles que tratamos de enseñar a los internos por medio del teatro, que abran su mente a nuevos horizontes para generar un mejor presente”, dice José Guadalupe quien solicita ayuda para consolidar un espacio destinado exclusivo para la enseñanza y presentación de obras de teatro.
“Cuando una persona es detenida por cometer un delito debe aprender que la vida está llena de nuevas oportunidades de ser mejor ciudadano, que aún tiene familia que lo apoya y espera que cuando se reinserte en la sociedad tenga una mente con nuevos hábitos, ese es lo que se pretende con el STRAP”, dice Caballero Mejía quien agradeció la dirección de Ramón Gomez Polo en la presentación de la obra “Cucara y Macara”, quien es voluntario en esta labor dentro del CERESO de Mazatlán, Sinaloa.
