(Segundo de cuatro)
José Alvarado era uno de nuestros “santones” de la izquierda juvenil, junto con José Natividad Rosales, Francisco Martínez de la Vega, Víctor Rico Galán y otros escritores que, desde la trinchera de la revista Siempre, nos inspiraban al terreno de la rebeldía estudiantil.
¿Por qué nos gustaba y todavía nos atrae el estilo de escribir de Pepe Alvarado?, Paco Martínez de la Vega en un artículo escrito en el periódico El Nacional, el 28 de septiembre de 1975 y reproducido por Vida Universitaria, del martes 21 de octubre de 1975, número 1276, nos da la respuesta: “La noble elegancia, la exposición de sus tesis, de sus temas y la transparencia de su prosa es, a nuestro juicio, el signo característico, que distingue a la prosa de Pepe Alvarado en la prensa mexicana. Cuando releemos alguno de sus artículos, tomado al azar, vuelve a sorprendernos y deleitarnos la tersura de su lenguaje, la originalidad en la selección y dosificación de adjetivos, su ritmo y cadencia. Fue la suya, para flor y gala de nuestro oficio, prosa de inigualable frescura, de dignidad mantenida en el esfuerzo diario de superación, conquista del escritor sobre el lenguaje para reducir sus disciplinas a dócil arcilla en manos creadoras”.
Afirma Martínez de la Vega que Pepe Alvarado jamás “pactó con el silencio cómplice, ni cayó en el oportunismo. Por eso fue un periodista que se ganó el respeto público y –lo que es más meritorio y difícil- conservó el respeto de si mismo”.
José Alvarado fue un periodista de combate, aun cuando ocupó la rectoría de la Universidad de Nuevo León, no abandonó el oficio periodístico, su claro estilo: En su breve actuación como funcionario con arrebatos y excesos en la palabra, como en aquella famosa e histórica conferencia sobre el Gral. Ignacio Zaragoza, dictada en la Unidad Cultural La Ciudadela, a invitación del alcalde de Monterrey, el 4 de junio de 1962, donde, de lo menos que habló fue del pundonoroso héroe y enderezó fuertes críticas al periódico El Norte, a su director y subdirector -los dos Abelardo Leal- a la CRAC (Cruzada Regional Anti-Comunista), a la Cervecería, Opus Dei y demás organizaciones de clara filiación de derecha. (Continuará)