Hace 65 años, era anunciada al mundo la primera vacuna contra la polio, o poliomielitis, una enfermedad tan contagiosa como devastadora, desarrollada por el investigador médico y virólogo estadounidense, Jonas Salk.
El 2 de diciembre de 1955, después de que concluyeran las pruebas que comenzaron en 1952, fue dada a conocer la vacuna Salk, primera inmunización contra la poliomielitis que consistió en una dosis inyectable de poliovirus inactivados (IPV).
El doctor Jonas Salk, investigador graduado de New York University, se negó a patentar su vacuna con la frase «No hay patente ¿acaso puede patentarse el sol?» (Esto le hubiera ocasionado ganancias millonarias).
Su acto de total desprendimiento, no solo fue un regalo para todos los niños del mundo, fue un acto de amor por la humanidad.
Hoy en plena pandemia donde todos esperamos que una vacuna sea la esperanza para volver a la normalidad, recordemos a este gran héroe.
