Aunque sin vacunas, cada día se regresa a la actividad normal con la reapertura de más comercios, y tal parece que los estadios no tardan mucho para recibir la autorización de recibir a los aficionados. Algunos ya tienen el aval, faltan otros, pero el panorama pinta para tener una liguilla con público en las gradas, al menos de forma limitada.
El último que tuvo luz verde y público fue el TSM Corona, casa de Club Santos, que este fin de semana regresó su afición al estadio. Los «guerreros» pudieron cantar los goles y celebrar a metros de los jugadores, volvieron a sentir la emoción de ver un espectáculo y ver a su equipo en la senda del triunfo.
Muchos han envidiado que equipos como Atlas, Mazatlán y Santos ya tienen público, a comparación de los regios que siguen esperando su turno. Hay una posibilidad del retorno de la afición para el clásico regio, pero sería un gravísimo error de las autoridades del estado ceder ante la presión de los directivos.
Si bien el juego está pautado hasta el 24 de abril, más de un mes para llegar a esa fecha, y tal parece que en México la vacunación seguiría avanzando (si es que siguen llegando las vacunas), el porcentaje puede ser alto para la apertura del Universitario o el BBVA. La cosa aquí es que los adultos deben poner el ejemplo a los menores para entender que aún hay riesgo de contagio. Muchos no quieren el regreso de clases a las aulas ¿pero sí al estadio?
Las autoridades en Nuevo León están ocupadas en las elecciones como para andar pensando en la reapertura de los estadios, quienes sí pueden andar pensando en eso son los candidatos, sobre todo porque saben de la popularidad que pueden atraer por proponer y ejercer presión para la apertura de los estadios.
Afortunadamente el fútbol y la afición ha sabido separar el espectáculo con la política. Al menos los directivos no se entremeten de manera pública con los servidores públicos y la afición no les interesa apoyar a tal candidato sólo porque «le va» al mismo equipo. En eso sí son pensantes.
