Es un hecho de que las buenas intenciones son un camino que conduce al infierno. El Estado, verdadero propietario de Comisión Federal de Electricidad, insiste en la versión de que esa institución les pertenece a los mexicanos y el actual gobierno se ha empeñado en rescatarla. Loable labor la de luchar por preservar lo que se considera propiedad del pueblo a no ser porque en el intento, han aumentado tarifas hasta más de un 20% en la capital y el Edo. de México, llevándose de corbata la posibilidad de tener un verano menos castigado en los hogares de esas entidades federales ya no se diga en las áridas regiones del norte en donde se pueden registrar temperaturas superiores a los 43°C lo cual reclama sistemas no solo de ventilación sino de enfriamiento, tanto para los usuarios domésticos y comerciales.
Existen soluciones técnicas al servicio de los usuarios las cuales no siempre son del pleno agrado de CFE dado que implican una considerable reducción de su cobranza; pero que, dadas las altas exigencias de un mayor consumo en diferentes temporadas del año, lo limitado de su red de suministro y las fallas constantes del servicio, se mantienen como una opción a considerar por los usuarios.
Una de esas soluciones es la instalación de paneles solares, los cuales tras una inversión inicial, le garantizan a los usuarios un suministro permanente de electricidad a un costo mínimo; el uso de refrigeradores, aires acondicionados y ventiladores, calefacción, lavadora, secadora y todos los apararos eléctricos del hogar de forma permanente, lo que garantiza la recuperación de la inversión en un corto tiempo.
La pregunta sería cuantos climas quieres tener prendidos 24/7 los 365 días del año, tanto para enfriamiento como para calefacción; con la tecnología de última generación estaríamos hablando de un paquete de 8 paneles solares de 535 watts cada uno con un inversor y medidor bidireccional dado de alta justamente en CFE.
¿Cómo funciona un panel fotovoltaico? La luz está compuesta de partículas (se les denomina como fotones) que quedan atrapadas en celdas de un material hecho a base de elementos químicos como el silicio, al acumularse estas se transforman en electricidad. Esto es ingeniería pura y no hechicería. Es en el año de 1839, cuando un físico de origen francés se percató del proceso fotovoltaico cuando en un artefacto fabricado de metal a los que debió adecuar electrodos, combinados con algunos elementos químicos afines a la conducción pudo percatarse de cómo se generaba electricidad cuando la luz entraba por las celdas. Edmond Becquerel había descubierto el proceso fotovoltaico.
Tras décadas de experimentación y transcurridas varias etapas de industrialización, es hasta los años cincuentas del siglo 20 cuando en los laboratorios Bell EE.UU. Daryl Chapin, Calvin Fuller, y Gerald Pearson, consiguieron desarrollar la primer fotocelda voltaica con base de silicio, algo aprovechado en la carrera espacial tanto por estadounidenses como por los rusos. Esta incipiente fuente de poder, cobro importancia en la medida que las crisis energéticas se volvían más profundas y complejas de resolver, el impacto ambiental se agrava y las existencias de petróleo van menguando cada vez más, a la par de empeorar las relaciones de orden político en todas partes.
¿Quiere liberarse de estar prendiendo velas cada que se va la luz? Quiere luz en toda su casa o quinta 24/7 así nieve, llueve o relampaguee? ¿Le duele el alma porque ya llego el recibo de Luz cada bimestre? ¿Le saca a los toques y no quiere chango, ni diablito? Invierta en un equipo de paneles solares, con ellos Gringos y Soviéticos llegaron al espacio.