El Presidente Vladimir Putin, enfatizó durante un foro económico en la región del este de Rusia, la necesidad de “revivir” dicha zona por la “gran importancia” que tiene para los planes futuros de la nación y el bloque de naciones vecinas.
Invitó a empresarios a invertir en dicha región, la cual comprende aproximadamente 40% del territorio, cuenta con abundantes recursos naturales, minerales, gas, petróleo, y además, su localización y puertos son cercanos a mercados como China, Japón y Corea del Sur.
Autoridades rusas mencionan también que los cambios de temperatura en el océano Ártico crearán nuevas rutas marítimas de acceso y comercio.
No obstante, esfuerzos en décadas anteriores por potenciar la región no han sido exitosos aún, ya que no se ha logrado cesar la disminución de densidad poblacional por falta de oportunidades, ni reducir el elevado costo de vida por su lejanía a polos de desarrollo, por lo que se considera necesario ofrecer incentivos a inversionistas a través de crear zonas especiales para detonar el crecimiento económico.
Putin añadió que la inversión extranjera directa en la región se ha duplicado desde 2014, alcanzando $80 Billones de dólares que incluye desde grandes proyectos de extracción de gas, hasta el establecimiento de una estación de lanzamiento espacial.
Mi análisis y prospectiva:
La apuesta del Presidente Putin, además de explotar e incrementar el potencial económico de la región al nivel de las economías de países cercanos, implica principalmente blindar la zona junto con potenciales aliados como China.
Dado que, por razones históricas de asentamientos, dicha región en Rusia cuenta ya con habitantes de ascendencia asiática, incluidos de origen chino, que además comparten el idioma, para Putin es primordial continuar poblando el área con una identidad nacional, que a la vez se convierta en una zona donde los empresarios asiáticos puedan fácilmente operar con menor burocracia, disponibilidad de una población capacitada para empleos especializados, y también con el potencial para exportar.
Esta zona pudiera convertirse en un nodo de “unión” de culturas e intereses de defensa, ya que uno de los objetivos implícitos ulteriores será complementar las capacidades militares de la región, al reactivar las bases ya existentes y modernizar su armamento.
Distinto a otras décadas y esfuerzos, esta ocasión la región tiene mayores probabilidades de crecimiento, ya que las condiciones económicas, las condiciones de cambios geopolíticos y la competencia por el liderazgo global, están provocando la formación de un bloque en la región Asia-Pacífico que agrupará a distintos países, incluyendo al menos a China y Rusia.
Para ambas naciones, la zona puede ser de interés para ser incluida en el programa de infraestructura “Belt and Road” de China, aún más considerando que dicha región puede incrementar la provisión de gas a China por parte de Rusia.
Habrá mayor colaboración entre estos dos países en la zona, así como acuerdos multilaterales comerciales y militares del bloque de naciones Asia-Pacífico.