Sí hay algo más discutido, comentado y mencionado que la nueva serie de Netflix, el Juego del Calamar, es lo que Su Divina Providencia el Peje lagarto Primero Andrés Manuel López Obrador, ha estado queriendo imponer desde su puesto ejecutivo como ley absoluta en materia de energía eléctrica bajo control exclusivo del gobierno, limitando en gran medida la participación del sector privado contradiciendo, los términos firmados en el nuevo tratado comercial denominado como T-Mec, el renegociado TLCAN (que fijación tan terca con la letra T ) los cuales afectaran a su vez a importantes inversionistas extranjeros provenientes de los EUA, quienes ya hacen trabajo de lobby para complicarle la plana a la presidencia de cara a las elecciones del 2024 en aras de sus intereses, obligando al gobierno mexicano a negociar lo no negociable; su empeño en monopolizar la industria eléctrica.
En los términos originales de la reforma, impulsada por el (ahora sí) entrañable Enrique Peña Nieto, CFE habría de comprar electricidad producida por medio de tecnología verde para incorporarla a la red de distribución, consiguiendo un abastecimiento de insumo que de otra manera habría reclamado la quema de toneladas de carbón, combustóleo, diésel y derivados del petróleo. Para evitarlo se permitió a compañías extranjeras la instalación de aerogeneradores y granjas solares, en diferentes puntos de la geografía nacional. Con ello, también, se buscaba compensar la falta de producción latente desde centrales hidroeléctricas y plantas productoras en base a carbón. Pero, tras la caída en desgracia (otra vez, sí) del PRI y luego del arribo de MORENA al poder se decidió que dichos aerogeneradores se veían muy feos y les robaban a las tribus indias el sagrado aire, que hubo serios indicios (sin comprobar) de corrupción en la asignación de contratos a las empresas extranjeras, que la pobrecita CFE no había recibido mantenimiento en décadas lo que contribuyó al deterioro de su capacidad instalada y un sinfín de insultos desde la fina boca de Layda Sansores en el pleno del Senado de la República, quien a la larga ha comprobado que no es lo mismo querer gobernar a tener que hacerlo pero sin presupuesto, se determinó que era necesario retomar el monopolio en la industria y que había solo dos sopas: Ser como Salinas de Gortari o como Tata Cárdenas y López Mateos.
En esas andaban cuando de pronto a los europeos sobrevivientes del Covid les vino un aumento exagerado en sus cuentas de consumo, con escaso margen de pago, a la víspera de un invierno implacable, en el cual empresas rusas abastecedora de gas ya se frotan las garras para repartirse el mercado y con un triunfante «Jajaja !!! Se los dije» los detractores de las energías verdes se preparan para restregar la insuficiencia de la energía verde como fuente de abastecimiento sustituto confiable
Pero lo que no saben es que los verdes tienen un As bajo la manga, el cual habrá de ser descrito… ¡La próxima semana!!!
