El 20 de noviembre alcanzamos 111 años de iniciado el movimiento revolucionario armado en México, el movimiento revolucionario ideológico-político inició años atrás. Francisco I. Madero fue personaje central en ambas revoluciones, la de las ideas políticas y la armada. La revolución social fue posterior a su muerte.
En Colegio Civil de la UANL, Felipe Ávila expuso que entre las revoluciones armada e ideológica los actores fueron diferentes, los actores del partido antirreeleccionista maderista no fueron los líderes del movimiento armado, explicó que por la publicación del Plan de San Luis, muchos de ellos fueron aprehendidos por el gobierno de Porfirio Díaz.
La revolución armada inició el 20 de noviembre conforme al Plan de San Luis; la fecha es porque el gobierno de Díaz terminaba en noviembre y protestaba en diciembre el período para el cual cometió el fraude electoral contra Madero, con ello, se evitaba que el movimiento se considerara un golpe de estado contra el gobierno “legítimo” y prevenía que los países desconocieran al gobierno surgido de la revolución.
El Plan de San Luis describía una revolución política y no de causas populares como el agrarismo, eso fue después cuando los caudillos armados, reivindicaron luchas sociales como el salario justo, la educación popular, el reparto de la tierra y los derechos laborales.
Fueron caudillos como Pascual Orozco y Francisco Villa quienes ganaron la revolución armada, Emiliano Zapata, contra la creencia popular, no participó activamente en la revolución maderista, su incursión armada como líder en Morelos fue el 19 de mayo de 1911 en Cuautla, seis días antes de la dimisión de Porfirio Díaz a la presidencia.
Al llegar Madero a la presidencia comete el error de licenciar y de cierta forma, desconocer a quienes le hicieron ganar la revolución armada para que pudiera imponer la revolución política. Estos hechos influirán en los sucesos que desencadenan su muerte en febrero de 1913.
Con la muerte de Madero viene la segunda revolución armada, la encabezada por Venustiano Carranza con respaldo de cuatro grandes grupos armados. Los del noroeste o grupo Sonora encabezados por Álvaro Obregón, los del norte, comandados por Francisco Villa, los del noreste dirigidos por Pablo González y los del sur, liderados por Emiliano Zapata.
En esta revolución se fortalecen las reivindicaciones sociales. Serán las visiones encontradas de Carranza con Villa y Zapata lo que motive se incluyan en la Constitución de 1917 por parte del coahuilense, como una forma de vencer la confrontación con los caudillos populares.
Las principales causas convertidas en ley fueron de tipo político-democrático, social y económico.
En la Constitución se establece el voto libre, directo y secreto con lo cual inicia «jurídicamente hablando» la democracia en México, este es el principal legado de Madero y defendido por Villa.
La educación laica y gratuita es el legado de los grupos jacobinos, los representantes del pensamiento de izquierda igualitaria, entre ellos villistas, zapatistas y obregonistas.
La justicia social expresada en un salario justo y jornadas acotadas será defensa de Villa y otros caudillos del norte del país.
El reparto agrario como cesión de tierra a los campesinos pobres mediante el ejido será la reivindicación del zapatismo posterior a 1914.
Ganó la revolución armada y sus causas político-sociales se plasmaron en la Ley, falta que se conviertan en hechos, han pasado 111 años y ni los gobiernos revolucionarios, de derecha o izquierda han respondido a la revolución social.
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