En noviembre de 2022, EUA tendrá elecciones intermedias para elegir a los 435 miembros de la Cámara de Representantes, 34 Senadores de los 100 existentes, 39 gubernaturas, y múltiples elecciones a nivel estatal y municipal.
Vale la pena añadir que, en esta ocasión, producto del censo de 2020, la conformación de los distritos electorales es distinta.
De forma paralela, EUA como primera potencia, está involucrado y es el actor principal, o al menos de los principales, de diversas problemáticas y retos en la agenda internacional.
Algunos especialistas destacan ciertas situaciones que representan una crisis latente o potencial para EUA, y por ende ameritan decisiones y acciones en el corto plazo. Entre ellas se menciona la tensión con China generada por el estatus y relación con Taiwán. Con Rusia, se considera la amenaza a Ucrania como uno de los temas de mayor riesgo.
El tratado nuclear con Irán es otro aspecto de preocupación, y la defensa y promoción de la democracia se ha convertido también en parte de la agenda. Se incluye también el rol preponderante que EUA ha procurado, para combatir la pandemia y reactivar la economía mundial.
Mi análisis y prospectiva: Entre la plétora de temas que a nivel internacional son de interés e implican participación o algún riesgo para EUA, existe el reto de priorizarlos conforme a la premura en la que se pueden presentar, o por sus efectos actuales y repercusiones futuras.
El periodo electoral en dicho país, provocará que la mayoría de temas internacionales sobre los cuales se tiene que decidir y actuar, se politicen y se condicionen a negociaciones.
Además, estarán sujetos a campañas de desinformación y planteamiento de posturas radicales, lo cual puede derivar en un impasse de decisiones, o al menos, en persistentes críticas y un apoyo popular bajo o dividido. Lo anterior presenta un escenario retador para la actual administración, en un periodo en el que las decisiones con impacto internacional no deben esperar o posponerse.
El Presidente Biden y su equipo de gobierno tendrán un año aún más complejo y dinámico que el anterior, enfrentando al mismo tiempo rivales internacionales y adversarios locales políticos en campaña, ante un escenario en el que algunos analistas ya estiman la posibilidad de que los republicanos recuperen el control de la cámara de representantes y el Senado.
Además, ambos partidos demócrata y republicano, tendrán que adecuar sus estrategias electorales basándose en nuevos cálculos, ya que los cambios distritales afectan en la fórmula y proceso para ganar dichos distritos.
En el ámbito internacional, es previsible, por ejemplo, que China y Rusia mantengan o incrementen su presencia militar cerca de Taiwán y Rusia, respectivamente, y aunque ninguna de las potencias tiende a buscar desencadenar un conflicto bélico, existe el riesgo latente de un escalamiento de diferencias, o la provocación por alguna acción directa o encubierta que implique una respuesta militar.
Debido a la agenda electoral en EUA, los temas internacionales se convertirán en temas controversiales de discusión integrados en las plataformas electorales, los republicanos argumentarán fracasos y descuidos, y los demócratas defenderán la legitimidad de decisiones y continuidad de rumbo.