La hipocresía y la culpa son hermanas gemelas
La humanidad tiene una doble moral, una que predica y no practica, y la otra, que practica y no predica. Oscar Wilde siempre preciso en cuanto se trata de examinar el comportamiento del individuo, pensaba que en la vida la primera obligación es ser totalmente artificial. La segunda todavía nadie la ha encontrado.
La palabra hypokrisis era de uso frecuente en la antigua Grecia, al utilizarla se entendía que eran aquellos que actúan un escenario. Como cuando se ve que los hijos simulan que quieren a sus padres, o gente que va a la iglesia y no cree en su ser divino, y vaya que lo demuestran en la falta de hechos que demuestren lo contrario, como honrar a su padre y a su madre como lo dictan las sagradas escrituras.
Las redes sociales se han convertido en una de las más bellas invenciones de la hipocresía social. Es común el ver un semblante mostrando una supuesta devoción tratando de generar una imagen piadosa para engañar al mismo diablo, sin embargo, siempre serán los hechos durante la vida lo que nos definan, no los de un instante. La falsedad siempre se viste de una hermosa apariencia, ya que muestran una carita de santos, y en los hechos son el diablo mismo.
El vividor no ríe de igual manera que un hombre honesto, el hipócrita jamás llora con las lágrimas que un individuo de buena fe. Toda falsedad es una máscara, y por muy bien hecha que esté la máscara, siempre se llega, con un poco de atención y sentido común, a distinguir el rostro.
Obtiene más respeto el individuo que permite conocer su posición, incluso si está equivocado. Que el individuo que se acerca como un ángel, pero resulta ser un demonio. Por lo mismo la única cosa peor que un mentiroso, es un mentiroso hipócrita.
La verdad nunca tiene peligros para el hombre sincero, ni el conocimiento lo tiene para el sabio, es como en las matemáticas ya que no encierran hipocresía ni vaguedad; en cambio para el necio y para el simulador, error y verdad son igualmente peligrosos. Por eso mismo definitivamente que en tiempos de falsedad, cualquier sinceridad parece cinismo.
Cuando la hipocresía comienza a ser de muy mala calidad, es el tiempo preciso para expresar la verdad. El individuo durante su existencia debe de hacer lo que crea conveniente, sin juzgarse a si mismo, ya que de eso se encargar el hipócrita. Independientemente del PRISMA con el que se vea.
Cajón de sastre: El escritor inglés William Shakespeare fue muy preciso al afirmar que cuando el individuo no sirve para adular, ni hablar con claridad, ni sonreír a la cara de la gente, halagar, engañar y hacer trampas, doblar con reverencias a la francesa, y simiesca cortesía, entonces será tenido como un enemigo rencoroso.