Seguramente me freirán a fuego lento por lo que voy a comentar con relación a los disturbios en el estadio Corregidora en la colonial Querétaro donde una runfla de salvajes arremetieron contra todo lo que encontraban a su paso con un saldo que por más que quieran maquillar tendrán que aceptar que hubo muertos, más de los heridos que el gobernador del estado queretano se empecina en reconocer.
Por lo pronto en un video el participante de la porra del Atlas confesó que a su chómpira con el que viajó desde Guadalajara después de haberlo masacrado y tundido con una varilla de construcción lo desnudaron y de remate le dieron dos sanguinarios golpes con un pica hielo en la cabeza cuando su amigo había muerto, dándose cuenta porque trató de revivirlo con la ayuda de un socorrista de Protección Civil.
Hasta ese cadáver lo negaron las autoridades aunque los videos son trágicos donde aparece el desnudado cuerpo del asesinado. Como ese, aparecerán varios infelices que su único pecado fue haber asistido a un juego de futbol y ser fanático del equipo contrario.
Las autoridades estatales, judiciales, municipales, los de la Federación de Futbol, los del Club Querétaro, los de Guardia Nacional no aparecieron, y demás que tienen autoridad de opinar sobre el tema, condenan, satanizan y rechazan lo sucedido, pero no hay culpables y salen con una retahíla de estupideces como el de suspender los encuentros programados, analizar si vetan al estadio Corregidora y “desafilian” al club, que seguramente aparecerá con otro nombre y otro seudónimo como por ejemplo en Celaya o Apaseo el Grande que está a unos cuantos kilómetros de la franquicia vetada.
¡No tienen vergüenza!
De la misma forma que no existe aplicación de la justicia en San José de Gracia donde fusilaron a 19 cristianos o los múltiples “colgados” en Zacatecas, los desmembrados con una motosierra y en Tamaulipas se sigue con la misma tontería de interpretar la política presidencial de “abrazos, no balazos”, porque si teniendo fotografías, videos, audios, testigos y demás evidencias para meter a la cárcel a unos quinientos bandoleros no se hace nada, entonces no sabemos cuándo lo van a hacer y tendremos que ir convenciéndonos de que la patria… está perdida.
Qué razón tenía “El Bronco”: delinques, córtale una mano, reincides, córtale otra, vuelves, mátalos y se acabó el corrido.
No es admisible que se haya perdido el respeto a las instituciones, que hayan liberado al hijo de Joaquín Guzmán Loera cuando ya lo tenían atrapado y que luego de la estirada de cobija a Alejandro Gertz Manero, no diga absolutamente nada “El Cocodrilo Mayor” y se mantenga defendiendo a lo indefendible de su hijo y el contratista que le presta la casa.
Volviendo al espectáculo del futbol, se atrevieron a insinuar que prohíban la venta de cerveza… no me hagan reír, no son capaces de ordenarles que dejen de embotellar el agua que viene de la Huasteca convirtiéndola en cerveza o Coca-Cola por la emergencia que estamos viviendo y que la pagan a una cuota ridícula por convenios de hace más de cien años, menos van a ordenarles que dejen de emborrachar gente en el estadio.
Esto no va a cambiar hasta que exista un par de cojones autoritarios y honestos, no changuitos matreros que se volvieron locos o chamaquitos que buscan la promoción a otro escritorio cuando no terminan de sentarse en el que prometieron cumplir y hacer cumplir sin idea de qué se trataba el compromiso.