Al pensar en la participación de las Abogadas en la vida democrática de un país, nos viene a la mente a una Mujer arriba de un pódium exigiendo que se respeten los derechos de las demás, sin embargo el trabajo de una mujer abogada va más allá de pedir justicia; como estudiosas del Derecho buscamos que a través de formular nuevas leyes y luchar para que sean aprobadas en los Congresos respectivos, ahora si exigimos que sean cumplidas a cabalidad por las autoridades competentes.
El camino ha sido difícil, sin embargo la unión de todas es lo que día con día nos anima a provocar ese cambio de conciencias tanto de hombres y mujeres y de que sigamos trabajando para que suceda, y no es solo en la vida pública, ya que al haber cambios o reformas a las leyes en cuanto a la equidad de género, se alienta en la vida privada dentro de las empresas a que haya esa democracia para que las mujeres tengamos mejores oportunidades laborales, de seguridad y sobre todo que haya una igualdad de remuneración económica.
Es por eso que la participación de las Abogadas en la vida Democrática de nuestro país, ha sido muy importante ya que al formularse los proyectos de Ley debidamente fundamentados hemos podido lograr cambios por los que por muchos años, nuestras antecesoras han venido trabajando para que no solo las mujeres si no toda la sociedad tengan mejores condiciones de vida, por lo tanto el legado que podemos ir dejando como abogadas no debe perderse de vista para que las nuevas generaciones de estudiosas del Derecho sigan en la lucha hasta lograr que México sea completamente equitativo, democrático y seguro para vivir.