A pesar de que en pleno 2022 se goza de una gran visibilización del movimiento feminista, esto gracias a las redes sociales y a la organización de la lucha desde sus diferentes trincheras, la violencia contra las mujeres y las niñas sigue siendo la violación de los derechos humanos más generalizada en el mundo. Una de cada tres mujeres sufre o conoce a alguien que sufre de algún tipo de violencia de género y menos del 40% de las mujeres que sufren violencia buscan algún tipo de ayuda.
La violencia de género es una plaga extendida en diferentes hábitos de la vida cotidiana, es el abuso efectuado por el hecho de ser mujer, por la expectativa social que se tiene a su rol de género. El abusador – la pareja, algún familiar, conocido o incluso el Estado – se siente con el derecho de violentar a la mujer por su supuesta inferioridad en comparación al hombre. El abuso puede presentarse de diferentes formas:
Violencia económica: sucede cuando se obtiene la dependencia financiera de otra persona, limitando su acceso a sus finanzas y así a su desarrollo en su vida en general.
Violencia psicológica: cuando se provoca miedo por medio de la intimidación, amenazando con hacer daño físico a una persona, a sus bienes; aislar a la persona de sus amigos, familia, escuela, trabajo.
Violencia emocional: consiste en lastimar la autoestima de una persona por medio de críticas constantes, también cuando existe abuso verbal.
Violencia física: consiste en causar o intentar causar cualquier tipo de daño físico, negándole atención médica u obligándola a consumir alcohol o drogas, así como empleando cualquier otro tipo de fuerza física contra ella. Puede incluir daños a la propiedad.
Violencia sexual: conlleva obligar a una persona a participar en un acto sexual sin su consentimiento.
El 25 de Noviembre se conmemora el día Internacional contra la VIolencia de Género, y me parece que en estos tiempos en los cuales la violencia contra las mujeres va en aumento y sus derechos se ven cada vez más amenazados en muchos países, es de suma importancia compartir y hacer conciencia, aunque parezca que ya hay suficiente información en las redes, debe ser un debate más allá de la pantalla del celular. Se necesita tocar el tema entre los círculos cercanos, en la familia y el trabajo.
Porque sí, se habla mucho del feminismo, sobre todo para criticarlo, pero se debe hablar aún mucho más sobre lo que hace que exista un movimiento feminista. Hay que recordar que la violencia es un tipo de conducta que la gente emite y mantiene cuando hay condiciones sociales que la permiten, así que si se habla de que en México asesinan a 10 mujeres por día, me parece muy iluso el que se crea que ni usted ni yo formamos parte del problema.