Es de no creerse, que en el país que más de vanagloria por su probidad, honestidad y democracia, queden impunes los hechos del 6 de enero de 2021, en el que una turba de vándalos se levantó y tomó por asalto el Capitolio.
Los vergonzantes hechos arrojaron un saldo de cuatro muertos y 14 policías heridos (sin contar los costos económicos) pero lo inconcebible es que en la nación de “la libertad y la justicia”, identificado el instigador mayor, Donald Trump, no solamente salga impune y lo dejen sin castigo, sino que encima le regresen el poder de la Presidencia.
Impunidad, la palabra que nos refleja tan claro a los mexicanos, parece que la copiaron en papel carbón nuestros vecinos de más allá el Bravo.
Porque si lo que menos pensábamos es que los gringos tuvieran un sistema de justicia tan laxo, tan guango… Pues fíjese que no.
Y si es cierto que el pueblo norteamericano va a ser el principal perdedor, si Trump se sale con la suya y gana el boleto de regreso a la Casa Blanca, el panorama pinta negro para México, y más con el vicepresidente propuesto por Trump, el neonazi hillbilly, James David Vance.
Uno podría decir que es asunto de los gringos y que con su pan se lo coman… Pero será uno de los más grandes desafíos que va a encarar el gobierno de Claudia Sheinbaum, quien, ojalá, sepa manejar con más dignidad el tema de las relaciones con los nefastos gringos.
Deveras, ojalá y Claudia saque la dignidad y la fuerza necesaria defender la dignidad mexicana, porque lo que ha sido el tabasqueño… pues está claro que dejó mucho que desear.
Y fue la precisamente la dignidad del pueblo mexicano con la que Trump trapeó sus pisos sucios.
¿Pasaremos de la voluntad de un buen hombre guadalupano a volver a las garras de un disoluto?
PÉSAME
Un abrazo al empresario Gustavo de la Garza Ortega por la sentida pérdida de su hijo Marcelo de la Garza Flores.
Le mando el deseo de la más pronta resignación, a él y a toda su familia.