“Cumplid vuestro deber y dejad obrar a los dioses”
Pierre Corneille
Nunca me ha parecido ni justa, ni correcta, la política de otorgar descuentos a quienes no cumplen con sus obligaciones de pagar a tiempo contribuciones o servicios, porque me parece que termina siendo un castigo para las personas responsables que sí pagan.
“Hay que allegarse recursos de algún lado” o la otra de “estamos regularizando el retraso”, son los argumentos de siempre, pero esta práctica lejos de resolver, agrava el problema porque una vez visto el resultado, muchos más se suman a sabiendas de que en pocos meses podrán ponerse al corriente y en un descuido hasta con descuento.
Juan Ignacio Barragán, el director de Agua y Drenaje, nos hace saber que alrededor de 291 mil usuarios, del total de un millón 800 mil, tienen un importante rezago que acumula 3 mil 500 millones de pesos, más otro tanto por concepto de intereses.
Y uno se pregunta, ¿y cómo lograron hacerlo? Porque antes de que cumplas tres meses de retraso te mandan al hombre del traje caqui con su llave “stilson” que sin mediar razones coloca un reductor en la salida del medidor, aunque extrañamente con todo y el reductor, hay quienes me aseguran que los recibos posteriores siguen llegando por la misma cantidad.
En Tabasco se condonó del pago retrasado a un titipuchal de deudores de la CFE. La medida, lejos de arreglar las cosas, hizo que muchos otros le entraran a la moda de dejar de pagar y ahí están las consecuencias.
Esas acciones podrán arreglar su cartera vencida, pero atentan contra los usuarios cumplidos.