Incomprensiblemente festejaron con gran júbilo que el gobernador Samuelito mentiroso se reuniera con los alcaldes del área metropolitana a fumar la pipa de la paz, estrechar manos y desearse todo género de bendiciones. No encuentro explicación ni sustento agradecer un acto que es parte de una obligatoriedad a las leyes ya que no es aplaudible mostrar educación, buenos modales y rendición de cuentas.
No entiendo cuál es el capricho y necedad por parte del bisoño gobernante querer de demostrar a cada momento que él manda, que la tiene más grande y que escupe por un colmillo. Que siempre ha sido rico, tiene tres doctorados y ha escrito cuatro libros -hasta ayer- que es miembro de un bufete contable millonario -antes modesto- que cuenta en su haber con cuatro autos eléctricos millonarios, tres mansiones en la Del Valle -que no tenía- y una colección de relojes caros.
Es probable que su inmadurez y soberbia sean factor principal de su actitud insolente porque si ha resultados vamos, Samuel ha perdido todas las batallas que ha enfrentado; su ilusión de ser candidato y Presidente de la República, nombrar un interino a conveniencia, elegir al Fiscal General de Justicia, hacer triunfar a Máynez el de la risa idiota, ganar las elecciones teniendo mayoría de alcaldías, por supuesto el Congreso y naturalmente, entregar los bártulos del poder a su Princesa Caramelo para convertirse en la única e impar pareja gobernador-alcaldesa y por qué no soñar, pavimentar el camino para convertirla en próxima gobernadora. ¿Qué tal pollo pa’ la masa?
Pero se cayó de la cama y se puso a llorar, como el cochinito de Cri Cri. Los -hasta ahora- tres juicios de procedencia en curso que tiene la Comisión de Gobernación y Puntos Constitucionales en el seno de los diputados deberían hacer elucubrar al joven que la luna no es de queso y que, así como él metió a la cárcel al Bronco, los padrinos pueden convertirse en los novios.
Lo obcecado de no mandar por obligación los presupuestos al Poder Legislativo para su estudio y aprobación NO tiene razón ni sustento cuando debe hacerlo por Ley, como tampoco hace ningún favor especial a los alcaldes de entregar los dineros a los que tienen derecho para ejercer su responsabilidad. ¿NO entenderá Samuel en el embrollo en que se está metiendo por incumplimiento y hacer delinquir a los alcaldes que al no ejercer el presupuesto como marca la ley provoca que estén sujetos a ser desaforados y enjuiciados?
¿O piensa que el cargo y encargo son para siempre? No habrá visto la película del Bronco, Rodrigo Medina, Javier Duarte, Mario Villanueva, Andrés Granier, Guillermo Padrés, César Duarte, Roberto Borge y Tomás Yarrington que estuvieron tras las rejas cuando pensaron que eran santos, divinos e intocables, o ¿pensará Sami mentiras que él está bordado a mano con pendejuela y chingaquira?
Le aplaudieron y agradecieron ¿? por haberlos invitado a Palacio, cuando el agradecido debería haber sido el convocante, porque dentro de esa simbiosis, tan urgidos son los presidentes municipales, como el chiflado gobernante por la necesidad de hacer las cosas juntos. Pero el cochino sabe con quién se rasca, si yo hubiera sido alcalde, aceptaría la invitación, pero, NO en su feudo, para restarle a su arrogancia y presunción, o como dijera el gachupín, nomás por joder.
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