“No hay nada repartido de modo más equitativo que la razón:
todo el mundo está convencido de tener suficiente”
René Descartes
Se los dicen, se los repiten y ni así entienden.
Tuvo que venir la flamante presidenta nacional de Morena, Luisa María Alcalde, a de nueva cuenta poner paz en Nuevo León, porque sus chamaquitos se están dando con todo, a pesar de que todavía faltan tres años para la elección de gobernador.
Y buscando arengar a la masa reunida en Cintermex, Alcalde les dijo: “No perdamos la oportunidad que tenemos, ni en Nuevo León, ni en el País”, para después agregar: “hay que privilegiar la unidad, todos somos valiosos en Morena y no hay cabida al sectarismo”.
Pero la segunda parte de su mensaje cayó en oídos sordos, los interesados sólo escucharon la primera frase y pa’ pronto se montaron en su caballo, espoleando y dando de fuetazos para tomar la delantera.
Las porras llevadas ex profeso por Waldo Fernández a Cintermex fueron con la consigna de gritar a todo pulmón una sola palabra: “¡Gobernador, Gobernador!” y así lo hicieron, pero el truco -más barato que los de Beto “El Boticario”- de nada sirvió porque ahí estaban otros que con sólo levantar la mano aparecieron en la foto del partidero.
La dirigencia nacional y la mismísima Claudia Sheinbaum tienen más que claro el tema de Nuevo León: aquí hay puros dueños de Morena, todos se sienten Generales de 5 estrellas y no hay tropa; todos reclaman derechos y exigen posiciones, aunque en términos de realidad ninguno tiene en las alforjas lo suficiente como para vislumbrarse como un triunfador electoral en el 2027.
Sacan videítos, le dan besitos a las viejitas, hacen como que hacen sin hacer realmente nada y se la pasan de opinólogos en las redes sociales, pero eso no es crear estructura ni incrementar la militancia real, el voto duro. Le apuntan al éxito de los apoyos sociales, a lo que les llega “de a gratis”, pero no tienen tirón ni arrastre.
Como siempre en Nuevo León, se están peleando por un pastel que ni siquiera se ha empezado a cocinar, pero ya se están matando y así, lo único que conseguirán, será despedazarse y quedar fuera de la contienda a la que pretenden llegar.
¿No me cree? Al tiempo vamos…