Mala la coordinación del Congreso del Estado con la mayoría del Cabildo victorense; pésima la lectura de los escenarios vertiginosos, en el caso del Ayuntamiento de Ciudad Victoria por parte de los diputados que representan la mayoría absoluta.
El llamado al diálogo, innecesario por lo irreflexivo, a las partes la pugna, es una invitación irrespetuosa.
Parecen novatos.
Mostraron su impericia, en un asunto de inmediata resolución.
¿Acaso no infieren los legisladores, de dónde viene la petición?
¿No perciben las señales políticas evidentes, claras, palpables?
¿Cuánto tiempo se llevaron para articular la estrategia de irrupción en el Cabildo?
¿No presenciaron los actos públicos en los cuales no fue invitado el alcalde?
¿No se enteraron, que en varios eventos fue des-invitado el jefe edilicio de la capital?
Convoca al diálogo el Congreso, desconociendo todo el contexto social sobre el cual se desarrolla la crisis de Victoria. Al menos tres ocasiones las partes el conflicto se reunieron, sin llegar a acuerdos por el bien de la capital.
El resultado: soberbia y empecinamiento.
La ciudad abandonada, y haciéndose cada vez más agudo el problema de la infraestructura municipal.
No entendió, el Ayuntamiento.
Insolencias, fueron las respuestas.
Le tocó al secretario general de Gobierno, Héctor Villegas, ser el mensajero de los códigos altisonantes del edil.
La diputación de MORENA, llamando al acuerdo.
Sin conocer los antecedentes, de los encuentros privados previos.
El destino del edil victorense está echado.
Nada puede detener el veredicto.
Por más que se busquen argumentos legales; el caso tiene ribetes políticos, que lo ubican en la esfera de lo político. Y en asuntos de la autoridad, la inmensa mayoría de las veces, las diferencias se solucionan en función de la correlación de fuerzas.
Otra más: se está quedando solo, el edil.
Los regidores y síndicos, que antes lo respaldaban, le dieron la espalda; es decir: perdió toda legitimidad y todo apoyo ciudadano.
Es decir, el Cabildo no lo apoya. Le sacaron el hombro y hasta le cuestionaron, el nombramiento del secretario del Ayuntamiento. Así es si fuéramos puristas, diríamos, que en estos momentos no hay alcalde en Ciudad Victoria.
Y que la autoridad que rige en estos momentos, son los síndicos y regidores que forman la mayoría constituida.
Alguien debería actualizar a los diputados.
Alguien tiene que informarles, cómo masca la iguana.
Y decirles que, en nuestro sistema político, es un sistema que tiene sus jerarquías.
Dentro de la ley, quien puede lo más, puede lo menos.