“No todo lo que brilla es oro”
Refrán popular
Para los animalistas que hace un par de días festinaban, tras la declaración de la Presidenta Claudia Sheinbaum en su “Mañanera del Pueblo” la postura de la Jefa del Ejecutivo sobre su vocación personal de proteger a los animales, asegurando que “ahora sí” desaparecerían las corridas de toros en México, lamento informarles que posiblemente no ocurra lo que celebraban.
La misma Sheinbaum dijo ese día que habría que ir viendo el tema porque junto con el bienestar animal, habría que considerar la pérdida de empleos que supondría el abolir la práctica de la tauromaquia en todo el país, pronunciándose por buscar esquemas que pudiesen aligerar la crueldad hacia los animales.
La Presidenta refirió que hay países como Portugal en donde se celebran corridas sin sangre y de inmediato los pesimistas taurinos imaginaron que esa sería la senda que el gobierno de la 4T impondría con su mayoría legislativa para la Fiesta Brava.
Pero no necesariamente es así.
Al que muchos consideraban “muerto” aún se le mueve una patita y para entenderlo habría que remitirse al posicionamiento que hizo en tribuna hace poco menos de 15 días el Coordinador de Operación Política del Grupo Parlamentario de Morena, el reconocido taurino, empresario y ganadero Pedro Haces Barba, quien señalaba que “Es urgente que la fiesta se adapte a los tiempos actuales si es que deseamos preservarla”.
Esto implicaría, necesariamente, modificaciones a los usos y costumbres tradicionales de la aplicación de las divisas, la suertes de varas, banderillas y sobre todo la forma de matar.
No lo tengo de claro, pero preferiría en este momento pensar así y creer que por encima de los “profesionales” de la Fiesta, hay alguien que verdaderamente puede hacer algo por salvar la situación y mantener viva nuestra pasión.
Ojalá que así sea.