¿Se puede justificar de forma lógica y racional el aborto? La respuesta es sí; vamos a exponer unos puntos que han refutado y desmoronado el repetitivo discurso “próvida” que tanto han vociferado algunos oscurantistas.
Para comenzar, el Principio de Razón Suficiente establece que todo hecho verdadero debe tener una razón o causa suficiente que explique por qué es así y no de otro modo. Aplicando este principio a la justificación del aborto libre y legal desde una perspectiva lógica y racional, se puede argumentar sobre los derechos y la autonomía de la mujer.
Primero: La autonomía de la mujer es un principio clave en una sociedad que defiende los derechos individuales. Impedirle el control sobre su cuerpo sería una violación de esta autonomía. Una mujer tiene el derecho fundamental de tomar decisiones sobre su propio cuerpo y sobre su futuro. La razón suficiente para justificar el aborto sería la autonomía de la mujer como individuo racional, que tiene la capacidad y el derecho a decidir sobre su salud, bienestar y circunstancias de vida.
A los que alegan que el feto es un cuerpo aparte y distinto al de la mujer, quieren evitar reconocer que el feto esta dentro de la mujer y se alimenta del cuerpo de la mujer, por lo que si ella no lo desea, indistintamente de como llegó ahí, debe ser totalmente libre de rechazarlo.
Segundo: La continuidad del embarazo en circunstancias que generan sufrimiento grave o comprometen la calidad de vida es irracional y contrario al bienestar de las partes involucradas. Las mujeres que buscan el aborto lo hacen por razones realmente trágicas, no por gusto, como haber sido víctima de violación, malformaciones fetales, precarias condiciones económicas o de salud, o situaciones familiares complejas. En estos casos, el Principio de Razón Suficiente se puede invocar para justificar que, en tales contextos, continuar con un embarazo puede causar sufrimiento indebido por no estar alineado con el bienestar general de la mujer o la familia.
Tercero: Dado que el feto en etapas tempranas no tiene capacidad de sufrimiento o conciencia, los derechos de la mujer tienen un peso lógico mayor. En tanto que un ser consciente, su bienestar y decisión tienen una justificación suficiente para priorizarse. En el debate sobre el aborto, el conflicto central a menudo se sitúa entre los “derechos del feto” y los derechos de la mujer. Si reconocemos que, hasta un cierto punto en el desarrollo fetal, el feto carece de conciencia o capacidad de autodeterminación, podemos argumentar que los derechos de la mujer, como un ser autónomo plenamente consciente, prevalecen.
Cuarto: El aborto clandestino pone en riesgo la vida de las mujeres, por lo que legalizarlo reduciría estos riesgos, lo que justifica el aborto desde un punto de vista de la reducción de daños. Si el aborto legal reduce el número de procedimientos inseguros, mortales o peligrosos para la mujer, entonces se podría argumentar que permitir el aborto libre y legal es racional porque minimiza el sufrimiento y el daño innecesario.
Quinto: Las decisiones colectivas en una democracia buscan el bienestar general. La legalización del aborto puede tener justificaciones racionales en términos de salud pública, bienestar individual y social, y la protección de los derechos fundamentales. En una sociedad pluralista y multicultural, las leyes que permiten el aborto libre y legal reflejan el consenso de que las mujeres deben tener la opción de decidir si desean continuar con un embarazo. El hecho de que este consenso esté basado en un reconocimiento de derechos y en la búsqueda del bienestar colectivo refuerza las razones suficientes para implementar este tipo de leyes.
Aunque a nivel federal el aborto ya ha sido despenalizado, existen algunas entidades donde todavía esta prohibido por leyes oscurantistas, retrógradas y obsoletas, que deben de ser revocadas por bien de la sociedad entera, no sólo de las mujeres.
Como vemos, desde un punto de vista lógico y racional se puede justificar el aborto libre y legal en base a la autonomía de la mujer, la reducción de sufrimiento innecesario, la minimización de riesgos para la salud pública, y el respeto al consenso social que reconoce derechos fundamentales. Estos argumentos proporcionan razones lógicas y racionales más que suficientes para apoyar una legislación que permita el aborto en condiciones legales y seguras.
Nadie va a obligar a nadie a abortar, así que dejen de querer meterse en las vidas ajenas, ¿o quieren que los otros se metan en su vida? Ahí se las dejo de tarea.