Tenía mucho tiempo que la directora Jurídica de la administración estatal, Atanasia Contreras no salía a la luz. Se había, cuidado de no ser tan visible luego de las decenas de pifias que la llevaron a hacer el ridículo.
El cabecismo, le propinó tantos descalabros que muchos creíamos que se le despediría por chafa.
Pero no.
Con su aura de perdedora, se comportaba como verdadera invicta en las contiendas jurídicas que se autoasignaba.
Parecía una abogada bizarra.
Entre mas perdía, más confianza ganaba de sus padrinos. Se dice que su enorme poderío proviene del guachicol; y la especie se fortalece, toda vez que al parecer es inamovible en el cargo.
Una cosa es cierta: le fascinan los reflectores.
Con singular alegría salió a declarar en los medios, que la exfuncionaria cabecista, Yahleel Abdala Carmona, realizó presuntos malos manejos en el ejercicio del presupuesto por varios millones de pesos.
Y a consecuencia de ello, habrá orden de aprehensión en contra de ella.
¿Por qué Tacha y no los Fiscales informan del caso?
¿No tiene otras responsabilidades, que anunciar como los importantes avances de la Reforma Judicial en la región?
¿Por qué no dejar estrenar al recién desempacado Fiscal anti-Corrupción?
Se siente la reina de la Justicia en Tamaulipas.
Se sienta en el trono de la Soberana de la ley.
Poco han servido los oficios de Tacha, para desplazar a los personeros de Francisco García Cabeza de Vaca, de la estructura de gobierno. En casi tres años de administración, decenas de intentonas realizadas por los Tachos, han sido inútiles para inhibir la presencia de los interlocutores del exgobernador.
Ni la avalancha lopezobradorista del 2018, que les dio un poder total en la comarca, le ha facilitado el camino. Su torpeza, los ha llevado a complicarla; la vía jurídica que privilegiaron resultó inoperante.
El tema de Abdala Carmona es por demás complicado.
Difícilmente la veremos tras las rejas.
Principalmente, porque los jueces están en manos del viejo régimen y todos sabemos cómo se mueve la justicia en esos predios. Las denuncias de Atanasia serán sólo de utilidad política y de cero, efectividad jurídica.
No es que la exfuncionaria cabecista, sea un dechado de virtudes y su desempeño cono servidora pública haya sido inmaculada, sino por la ausencia de un sistema judicial como se ha mostrado, podrido y venal, saldrá pavoneándose con la impunidad de siempre.
Y todavía si la justicia, amagara con alcanzarla tiene el último recurso para evadir cualquier intento de echarle el guante: Laredo, Texas y declararse perseguida política.
Será otro descalabro para Tacha.