Cuando en junio del 2021 el doctor en economía Rogelio Eduardo Ramírez de la O asumió el cargo como tercer secretario de Hacienda de Lopitos -después de Urzúa, que en paz descanse, y de Herrera Gutiérrez- pocos le apostaban a sus capacidades. Hubo quienes se llegaron a burlar de su cara de estupefacción en las fotos del anuncio de su nombramiento. Ignoraban que el economista no es un político, aunque con la promesa de la cartera de Hacienda había acompañado a López Obrador en su campaña anterior.
La carrera del secretario ratificado a prisa por la señora Presidente con el logrado propósito de tranquilizar las inquietudes de la transición de poder, se ha hecho en el sector privado, con una oficina consultora de análisis y pronósticos macro económicos para México que da servicios, me dicen, a muy importantes empresas internacionales que invierten o quieren invertir en nuestro país. También me dicen que en su empresa que se llama Ecanal, S.A. de C.V. (Economic Analysis for Company Planning) le va bastante bien.
Pero escribí que no es político.
Ahora ya tengo mis dudas luego de ver su desempeño en la gira de medios obligada por la presentación del plan económica para 2025. En las entrevistas que pude seguir se mostró hábil conocedor de la materia económica, pero más ducho en la demagogia de la comunicación. Para toda pregunta tenía un respuesta verosímil. Los recortes en determinados campos no son tal sino una re-asignación a otras áreas o cambio de denominación.
De esa manera, por ejemplo, el 43 por ciento que se le quitó a Defensa se debe a que ya no tiene la carga de hacer el Tren Maya. El tijeretazo a Seguridad Ciudadana se explica porque esa super secretaría ya no se encargará de los policías y su costo; su labor será mayormente de estrategia, tecnología y coordinación a todos los niveles. Como si eso no costara. El gasto en policías, guardias nacionales o como se llamen, lo cubrirá precisamente la Defensa. ¿Ton´s?
Nadie le preguntó, porque a nadie parece interesarle, sobre las recortadas sobras del dinero que se entregarán a cultura y educación. Eso sí, muy puntualmente el secretario de hacienda usó indistintamente la palabra billones para lo que son billones y lo que los gringos llaman billions: es uso común de los políticos jóvenes mexicanos y es nada más la diferencia de un cero.
Se preparó muy bien para su tour mediático, y lo está haciendo bien. Primero agarras una trucha enjabonada que hacerlo parpadear. Después de todo, ese es su trabajo. Ya lo dijo Luis Echeverría hace algunos ayeres: las finanzas de México se manejan en Palacio.
PARA LA MAÑANERA DEL PUEBLO (mientras son peras o son frutas del mismo olmo): Efectivamente, hubiera sido muy grato que el gran Rafa Nadal se despidiera en su país, al que durante tantos años dio orgullo y gozo en las canchas de tenis, ganando en Mallorca la Copa Davis. Pero, como decía mi abuela, hay cosas imposibles, otras que nada más no se pueden, y el hubiera no existe.