¿Cumplirá el presidente Donald Trump, sus amenazas?
No totalmente.
Se daría un tiro en el pie.
Siempre, han chocado las promesas de campaña con la política real. Los candidatos, en su afán de congraciarse con su electorado ofrecen resolver los problemas tanto de las élites como los de la ciudadanía en general.
El pensamiento conservador, resuelve todo fácilmente: el movimiento migratorio con deportaciones; el narcotráfico, declarando terroristas a los carteles y la expansión norteamericana al espacio, para beneficio de los potentados. Este último compromiso, beneficiará directamente a Elon Musk, que se hará más multimillonario con su nuevo cargo público.
El tema migratorio y el del tráfico de estupefacientes, son de suma importancia para México.
¿Qué hay en el fondo en esas dos proclamas de Trump?
Presionar a nuestro país.
Acalambrarlo.
Tal como lo está planteando el presidente de USA, el asunto no está tan fácil.
Sobre todo, el migratorio.
Millones de indocumentados que mueven la planta productiva, que trabajan en la ilegalidad, cierto, como también laboran sin derechos a la salud, al retiro, al income tax, lo que les permite acumular bestialmente el capital a los patrones. Es decir: los inversionistas norteamericanos, son beneficiarios directos de ese semi-feudalismo que se han generado a su favor.
Son miles de millones de dólares, que van directamente a los bolsillos de los dueños de los medios de producción.
Cuando ocupen esos lugares, trabajadores documentados, perderán una parte muy importante de los dólares que hoy se embuchacan por esa inmoral forma de producir los nuevos señores feudales norteamericanos.
El utilizar la mano dura con los indocumentados, sólo puede desplegarse con la vulneración de los derechos humanos de millones de trabajadores.
Ya han salido voces discordantes del presidente Trump.
Seguramente habrá más.
De hacer realidad el amago, Trump, flagelará tanto a los grandes rancheros y gigantescos contratistas de la industria de la construcción como a los deportados y a México, particularmente a su frontera.
Es decir: las soluciones de Trump traen más problemas que bondades.
Para ambos países.
Lo de los carteles mexicanos, es una abierta intervención en México y otros países.
Los conservadores mexicanos, están de plácemes; confían, les vengan a resolver desde el exterior -como en Venezuela- el ascenso al poder.
Idéntico a los que le dieron la bienvenida a Maximiliano.