AMLO sufre la crisis de su caída en el populómetro. En Hidalgo no juntó ni el 1% de los ciudadanos que votaron por él en 2012. No completó los 3 mil asistentes a la convención de Morena. El golpe fue tan duro que debió salir a dar tranquilidad a sus huestes; vaya, el peligro de la desbandada es peor que el desaire que le hicieron los hidalguenses. El tabasqueño sabe que éste puede ser el inicio de una caída a plomo entre las izquierdas. ¡Quiere llorar!… Todo indica que no fue un mal de Fox en el séptimo año de gobierno, Calderón parece infectado del mismo mal: añoranza a los micrófonos. ¿Será la cruda… por la ausencia del poder?,¿O anda haciendo campaña para doña Margarita?, ¡no me ayudes compadre!
