«El principio de la educación es predicar con el ejemplo» Anne Robert Jacques Turgot
Inconcebible, para definirlo en una sola palabra, resulta el hecho de que en nuestro país tantas personas puedan coincidir y lograr ponerle trabas a la educación, que debería ser sin lugar a dudas nuestra apuesta de futuro para mejorar.
Un sistema que amenaza con cobrar el IVA a la educación privada para captar más recursos, sin reparar en que esas instituciones aligeran el peso de la carga de un Estado incapaz de brindar el derecho fundamental de la educación a todos sus niños. Dicho en otras palabras, le subimos a las colegiaturas aún y cuando corramos el riesgo de una desbandada que termine costándonos más dinero al atiborrar las escuelas públicas.
¿Cómo explicar la injustificable falta de clases durante varios viernes por decreto oficial a pesar de tantas y tantas voces que claman por estar en los salones ese día?
Sí, los maestros de la CNTE tienen todos los derechos que usted desee, pero los niños afectados en Oaxaca y otras partes del país que en dos meses no han tenido clases, son muchos más. ¿Dónde está la justicia?
Sería ideal que los maestros y las autoridades predicaran con el ejemplo. Unos ajustándose el cinturón y buscando otros ahorros para no impactar en la educación y, al contrario, buscando incentivar que cada día sean más los mexicanos que tengan acceso a una educación de calidad.
Igual ocurre con los maestros. Sería fantástico que empezaran poniendo el ejemplo a sus alumnos y la sociedad, protestando y manifestando sus inconformidades sin atentar contra el más importante de los tesoros que tenemos: nuestros niños.
Grilla, presión, canonjías, prebendas, ganes y bajes son la norma, en lugar de excelencia, resultados, avances y logros.
Es necesario que todos los sectores de la sociedad levantemos la voz e impidamos que sigan adelante con este que es un verdadero atentado en contra de la sociedad y en especial de los menores. No permitamos que esto siga ocurriendo.
Cuidemos nuestra inversión de futuro.
