Manuel Espino tiró la toalla, desiste de formar su Concertación Mexicana. Aunque la ley es laxa en la formación de partidos políticos, lograr las asambleas no son enchiladas. Vaya, Espino se queda en el limbo, ya no es panista porque, no es concertacionista, ni es sociedad civil. Al rato lo veremos aliado con Marcelo Ebrard; los une el mismo dolor. ¡Los desprecian los suyos! Su partido era una charada, «un partido sin ideología, bueno, su ideología era el pragmatismo»; de eso tenemos suficiente con las alianzas… Queeé duro, la sociedad civil organizada insistió tanto con la reelección que ya tiene su Frankenstein. El PAN quiere tenerla para el 2015. Se quieren enquistar en el poder. Una reforma que beneficie a quienes la votan. ¡Qué burla, pero tanto va el cántaro al agua…!… Felicidades a Roberto Espinoza, entusiasta joven que ahora debuta como politólogo egresado de la UANL… ¡Ahora a grillar!
