Y cuando todo mundo pensaba que tendríamos gobernadora, nos dan la sorpresa.
Felipe de Jesús Cantú, es ahora el candidato panista a la Gubernatura de Nuevo León. Dando tremendo giro a las estrategias priístas que ya se tenían contempladas para que Ivonne Álvarez llegara a la silla estatal, con una contrincante igual en género.
Ahora dicen que Álvarez y toda su campaña está temblando, y no es para menos. El hecho de una trayectoria política menos escandalosa y con más trayectoria y experiencia, aparte del respaldo de los grupos empresariales y partidistas, hacen que ya no se vea tan pareja la elección y la balanza se vaya inclinando hacia Cantú. Y es que haber sido alcaldesa y senadora sin terminar sus gestiones y la burla en las redes sociales, ahora una parte de suma importancia para la imagen de la política, hacen que el discurso ya elaborado tenga que ser analizado y reorientado.
La estrategia popular priísta que dio éxito en la campaña de Rodrigo Mediana parece no estar siendo aceptada por el grueso con la misma intensidad que se dio hace seis años. Ahora la gente esta harta, desilusionada y con ganas de hacerse escuchar de la manera más inmediata, sea Facebook o twitter. Ya no caen tan fácilmente viendo programas populares. El estigma del PRI nacional y sus hazañas desde Presidencia y Senado parecen ser el dolor de cabeza a lidiar en la campaña estatal. Y Felipe de Jesús es una persona que hasta ahorita ha sabido aprovechar esas ventajas. Esperemos que el riego político que se nos aproxima este dotado de discursos inteligentes y no de guerra sucia, populacho y promesas incumplidas. Las fallas del sexenio podrían costar que se acaben 12 años seguidos de tricolor en palacio y dar paso a un bicolor. La moneda esta en el aire.
Con melón o con sandía? Candidatos independientes
Una nueva ola en las candidaturas de este año es el auge de los independientes. Personalidades que han pertenecido a la política afiliados a un grupo o ciudadanos que buscan llegar al poder “para cambiar la forma de gobernar” que ya hemos experimentado y padecido.
Pero, ¿en realidad representan la mejor opción? Al igual que los candidatos respaldados por partidos, es un albur decir que son mejor o peor. Hay algunos que salen del pueblo sin traer consigo el estigma partidista, pero hace falta preguntarnos: ¿Para qué quieren llegar al poder? ¿Quién respalda los gastos de su campaña? ¿A quien tendrían en su gabinete de llegar a la silla que nos asegure que no se volverá a repetir la historia?
Si bien es cierto que son un nuevo aire inyectado a la política, no dejan de tener desventajas, como el respaldo para negociar con ciertos sectores importantes e influyentes, como sindicatos, empresarios y líderes de opinión. Además de la poca experiencia de algunos para gobernar, en menor o mayor grado. El tener en su grupo de asesores a personas con poca experiencia en el ámbito para establecer campañas activas y efectivas para lograr la aceptación del mayor número de electorado posible.
Las campañas políticas no se pagan solas, son costosas y de llegar a ganar, tendríamos que estar atentos de las personas que estarán alrededor del candidato. Porque los favores no los paga el gobierno, los termina pagando el pueblo y a veces demasiado caro.
Las candidaturas independientes abren un nuevo panorama a las elecciones, le inyectan nuevo aire y con ellos nos vemos obligados a razonar el voto. Abramos los ojos para decidir en estas elecciones si melón, sandía o piña nos convienen más y nos ayudarán a salir adelante del bache (literal e imaginario) en el que nos encontramos en este momento a nivel municipal, estatal y federal.