Ya me lo habia advertido la periodista Guadalupe Meza: bájale a tu niivel de trabajo porque terminá minando tu salud.
Ella vivió tan terrible experiencia cuando su esposo desfalleció al pegarle embolia a altas horas de la madrugada.
De la imprenta competitiva quedan los fríos fierros de las máquinas que hoy están a la venta.
Siempre admiré el carácter y la determinación de Lupita que en cuanto supo de mis males me llamó seguramente para orientarme y de pasada darme mi regañada.
Determinado a vencer el mal nefrótico, trabajaré menos: 288 columnas al año, 50 ediciones de RegioNegocios y unos cuantos libros.
Cuiden su salud y a sus familias porque, comparados conmigo, terminarán siendo los más creativos del panteón.
Cosa que no sucederá porque seguiré los consejos de Lupita y los doctores.