La justificación de acciones de dudosa legalidad, nos ha inundado hoy en día, en sus diferentes variables, dando en si a la apología del delito, ahondando en termino jurídico, ya que forma parte de nuestro entorno social al apoyar y justificar en cierto modo a la delincuencia mediante “corridos” de canciones, por los grupos musicales, donde elogian totalmente las malas acciones y las conductas desordenadas ligadas a un supuesto valor.
Así como integrantes de los gobiernos, desde las esferas mas altas hasta los habituales alcaldes de pueblos, en sus discursos demagogos, donde hacen elogios públicos de actos que han sido declarados como criminales, y los cuales esconden diversidad de secretos, y literatura barata, dando paso a maniobrar en su lucha por el poder
De igual forma lo hacen líderes religiosos de todas clases en sus discursos donde defienden toda clase de malas conductas como los pederastas y asesinos, tanto directamente como en sus mensajes subliminales, para acaparar siervos, sin darse cuenta que en su forma apológica de expresión solamente fomentan el índice criminal en la sociedad
Es de concientizar a los perceptores de discursos de ejercer sus criticas directas de esos temas baratos e inconsistentes y ampliar el criterio de la ciudadanía, para con ese fin detener en gran forma los altos índices criminales que nos agobian.