El próximo congreso de la Sección 50 da mucho de que hablar en estos días, pero se abrió una nueva configuración que trae como gallinas descabezadas a los diferentes grupos políticos que pelean por el poder de la diesmada sección sindical.
Resulta que el Delegado Nacional del SNTE Juan Manuel Armendáriz, abrió la jugada a Lucilda Pérez, líder de los jubilados de la 50, lo que le permitirá llevar 30 delegados al congreso.
Esto no es cosa menor pues deja en desventaja a cualquier gallo con buenas relaciones en la base.
Sin embargo, sería de tontos pensar que Armendáriz inocentemente accedió a darle poder a una de las más consentidas por el Gobierno, con un gran currículum político y el apoyo incondicional de los jubilados.
No. El SNTE no hace las cosas a lo tonto y menos un pez gordo como Armendáriz.
Es evidente que el Nacional le arrebató al Gobierno una de sus mejores cartas sindicales, que puede hacer frente sin problema a cualquier grupo político, es el nuevo monstruo que han creado contra los ya conocidos.
Pero analizado bien la situación, está es la mejor oportunidad de poner al frente de los servicios médicos, a quien le daría la importancia necesaria, y quien defendería como debe de ser los intereses médicos ante las acciones evidentes de un Gobierno que pretende arrebatarlos al Sindicato.
¿O me equivoco al pensar que un jubilado le interesa más que a nadie preservar y mejorar los servicios médicos de su Sindicato?
Bravo por el SNTE por esta decisión, bravo por Lucinda que tiene en sus manos la oportunidad de cambiar el rumbo de la historia para los jubilados y activos de la Sección 50.
Saludos