Todo iba muy bien, era el Día del Maestro, en Cintermex se entregaban los reconocimientos a los 10, 20, 30, 40 y 50 años de servicio, los que no estaban ahí, andaban festejando en algún restaurant o en la compañía de su familia, todo parecía perfecto.
El Gobernador Jaime Rodríguez se aventaba con un discurso alentador y temerario a la vez, por un lado asegurando que es momento de regresar el poder al maestro, que la sociedad lo respete nuevamente, demanda que el magisterio ha externado continuamente, y hasta se escuchó determinado en decir que el gobierno apoyará al maestro en todo momento.
Y fue más allá, dijo que la Procuraduría no aceptará denuncias o quejas contra docentes por meter mano dura a jóvenes rebeldes, en pocas palabras, le dio permiso a los profesores de dar chanclazos, reglazos, borradorazos, sacapuntazos, marcadorazos, pellizco, manita de puerco, piquete de ojo, cerillito, zape, mirar feo y hasta jalón de orejas… ah, me explaye.
De pronto llegó el suceso que cambio la cara a todo el día, a las afueras de Cintermex la Policía Municipal de Monterrey arrestó al profesor Antonio Cota cuando este hacía una protesta pacífica contra la reforma educativa.
Llamó la atención la detención, pero más sorpresiva fue la respuesta del “Bronco” al pedido de auxilio de los compañeros del maestro Cota, el gobernador simplemente dijo que no lo pensaba ayudar, y dijo “lo meteremos más al bote por revoltoso”.
Palabras más, palabras menos, después de un evento casi mágico, Jaime Rodríguez destruyó todo en apenas un par de minutos, donde demostró que los adversarios por pequeños que sean serán privados de sus derechos constitucionales y él apoyará el atropello, se mostró tal cual es, un ser todo poderos que solo acepta una razón, la suya. Y lo más importante, mostró que cualquier persona que piense diferente a él, tendrá una suerte incierta jurídicamente hablando.
Ojalá no perdamos de vista que independientemente de que algunos nos gusten o no las acciones de algunos compañeros al momento de protestar, están en todo su derecho y al menos lo que sucedió ayer, no desquició el trafico vehicular ni le hacía daño a nadie.
Saludos.
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