Cada vez es más frecuente la gestión de divorcios en personas de la tercera edad, hombres y mujeres por igual desean estar LIBRES, que ansían vivir en libertad pensionados o no. Lo único que quieren es estar tranquilos los últimos años de su vida y descansar un poco, hacer lo que quieran sin que nadie los hostigue, en el caso de los hombres levantarse tarde, pasar un día sin rasurarse, dormir, ver noticieros una y otra vez, cambiarle a la televisión 20 veces en media hora sin que los regañen, ponerse ropa que no combina, pero a ellos les parece cómoda. Estas son simplezas que a la mayoría de las mujeres les fastidia y que en la 3ª. Edad cuando las responsabilidades de criar y educar a los hijos se cumplieron, a los hombres los fastidian a tal grado que con un poco de amor propio motivan el divorcio.
Y la mujer porque se divorcia… simplemente porque está harta de cuidar a su marido, de sus infidelidades, de sus costumbres, sus actitudes de niño. Ella quiere tener la casa en orden, el cuarto de baño limpio, dejar de recoger ropa mojada de su ex en el baño, dejar de preparar comida, dejar de lavar ropa, dejar de hacer antojitos y tener la casa llena de humo de cigarro, porque su marido se reúne en casa con sus amigos a jugar cartas o domino, ver los partidos de futbol, tomar o simplemente asar carne. Ella quiere levantarse tarde, cambiar la pintura de la recamara o la casa completa y mover los muebles a su antojo 2 ó 3 veces para después volverlos a su lugar inicial, quiere tomar clases de “algo”, quiere hacer lo que NO pudo cuando estaba joven.
Cada uno hombres y mujeres, tienen manías que con el paso del tiempo y el fin del amor se vuelven intolerables, a uno le gustan los perros, a otro los gatos, uno ama los deportes, el teatro, cine o los comics y el otro no. Uno ama la naturaleza, y pasar los fines de semana en una montaña, el otro ama el aire acondicionado, odia la naturaleza y ni loco iría de excursión. Diferencias irreconciliables, no; pero sin un motivo que los impulse a tolerar al otro, SI.
El punto en la 3ª. Edad es: ya me pase la mayor parte de mi vida trabajando para complacer a otros, ya me sacrifique por ellos conservando un trabajo por la estabilidad que les brindaba, o tolerando un matrimonio porque lo decía la sociedad, siempre pensé en todos, ahora, los años que me quedan quiero y necesito pensar primero en mí, solamente en mí. Esta edad quiero disfrutarla al máximo!!!
Según el INEGI, N.L. es de los estados que permiten una mayor expectativa de vida tanto para hombres como para mujeres. Así mientras los hombres pueden vivir en promedio 77 años, la mujer puede llegar a los 81 años. Si están pensionados, tienen bienes y/o son independientes económicamente, la tranquilidad y la paz mental, puede ser una prioridad en sus vidas y sí para ello necesitan ser libres, NO DUDARAN EN HACERLO.
Frases como “el matrimonio es para toda la vida”, “tu espos@, es tu cruz y debes llevarla con resignación” y la tradicional “hasta que la muerte los separe” han perdido vigencia, Hoy en día basta que uno de los cónyuges desee divorciarse para que después de unos simples tramites recupere su libertad y con ello su autonomía financiera.